Si te digo que lo hice

Si te digo que lo hice
Si te digo que lo hice
Así era. Así es. Ocupamos roles por el simple hecho de ser como somos y no por quien en verdad nos sentimos. Todo está organizado para que, cada uno, nos mantengamos fieles a lo que de nosotros se espera; a lo que, porque sí, decidieron unos hombres. Siempre hombres. Hombres con miedo al color. Que visten de oscuro para esconder sus cinturas, para ocultar sus ideas. Que borran las señales de su carne y solo dejan que, sobre el pecho, luzcan los símbolos de su fe colgando de una cadena o de un trozo de cuerda. Hombres que nos imponen ligaduras que provienen de algún lugar indefinido entre su cabeza y su hiel, allí donde arraigan la fatiga y la vergüenza, la duda y el desamor .
Esta voz, llena de verdad, que habla sin tapujos, con tristeza, de la educación represora de la posguerra, pertenece a Elvira, la narradora y protagonista de esta novela, pura poesía en prosa. Que a sus muchos años se confiesa. Y se culpa. Porque, a pesar de sus deseos y sus amores, acabó formando parte de los que miran sin comprender, aterrados por convertirse en los personajes de una particular parada de monstruos : mujeres, homosexuales, borrachos, locos, rojos
Si te digo que lo hice, debut de Jaime de los Santos en el arte de la escritura, es una radiografía íntima y certera de una enfermedad contagiosa, hereditaria y difícil de curar: no haber aprendido a ser querida. Ni a querer.

Así era. Así es. Ocupamos roles por el simple hecho de ser como somos y no por quien en verdad nos sentimos. Todo está organizado para que, cada uno, nos mantengamos fieles a lo que de nosotros se espera; a lo que, porque sí, decidieron unos hombres. Siempre hombres. Hombres con miedo al color. Que visten de oscuro para esconder sus cinturas, para ocultar sus ideas. Que borran las señales de su carne y solo dejan que, sobre el pecho, luzcan los símbolos de su fe colgando de una cadena o de un trozo de cuerda. Hombres que nos imponen ligaduras que provienen de algún lugar indefinido entre su cabeza y su hiel, allí donde arraigan la fatiga y la vergüenza, la duda y el desamor .
Esta voz, llena de verdad, que habla sin tapujos, con tristeza, de la educación represora de la posguerra, pertenece a Elvira, la narradora y protagonista de esta novela, pura poesía en prosa. Que a sus muchos años se confiesa. Y se culpa. Porque, a pesar de sus deseos y sus amores, acabó formando parte de los que miran sin comprender, aterrados por convertirse en los personajes de una particular parada de monstruos : mujeres, homosexuales, borrachos, locos, rojos
Si te digo que lo hice, debut de Jaime de los Santos en el arte de la escritura, es una radiografía íntima y certera de una enfermedad contagiosa, hereditaria y difícil de curar: no haber aprendido a ser querida. Ni a querer.

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9788467064308
2022